lunes, 1 de junio de 2009

Doble llave


Se despertó con una sonrisa. Giró para abrazarlo pero ya no estaba. Empezó a buscarlo. Lo imaginó en la cocina preparando el desayuno. Nada. Ningún rastro. La puerta de calle permanecía cerrada con doble llave. Volvió a su dormitorio. Sólamente parecía desarmada la parte de la cama en la que ella había dormido. Se miró al espejo. Las huellas estaban ahí. La resaca del maquillaje era testigo de la noche anterior. Desconfió de la claridad del día. Alguien tendría que haberlo visto. Tenía la certeza de que no lo había soñado. Desconocía su nombre y apenas recordaba su cara. Pero había existido. La noche. La recordaba. La había vivido. Bajó al hall del edificio. Todavía el portero nocturno estaba allí. – Sí, la vi entrar ayer. Sola. Muy tarde.
Salió y comenzó a correr. A llorar. A correr. Después volvió a su casa. Se miró en el espejo del ascensor. Abrió la puerta y entró. Se dirigió a su cuarto. Se acostó a dormir. Se despertó con el roce de sus yemas acariciando su espalda. Giró asustada, pero no gritó. Él le sonrió. Le agradeció la noche, su boca, sus piernas. Ahí estaba, acostado, a su lado. Su cara. Su cuerpo. ¿Cuándo es realidad en este mundo de ficción?

6 comentarios:

mary dijo...

A veces la fiicción se parece a realidad y otras la realidad se parece mucho a la ficcion. ultimamente cada vez más. no?

Anónimo dijo...

Que potencia tiene tu escritura!!! por favor!!!

Nuria K. dijo...

Mary: nuestra realidad cotidiana se está voviendo tan inverosímil, que parecería ser más ficción que la ficción.

Claudio dijo...

Muchas veces dudo de todo, por eso busco pistas que me den certeza de lo que pasó.

maru guerberg dijo...

que lindo leerte nuk...
desde carril a hoy.
acabo de volver a ese mundo

Nuria K. dijo...

Maru, qué bueno que estés pasando por acá. Cambiaron muchas cosas desde "Carril", pero otras continúan intactas. ¿No? Besos