domingo, 3 de mayo de 2009

Las cenizas


Versión N°1

Casi imperceptible, minucioso, abrió la puerta y se acercó en silencio. Ella sabía que era él quien había entrado, no se dio vuelta para cerciorarse, podía oler sus pasos. También sentía a sus propios latidos retumbar. Sonaban tan fuertes que era capaz de escucharlos. Intentó anestesiarlos, pero fue imposible. Cuanto más cerca lo adivinaba, más se intensificaban. Estaba tan ansiosa. Había imaginado esa escena, pero desconocía que sus piernas no dejarían de moverse por debajo de la mesa.
Corrió la silla y se sentó frente a ella. Acercó su cara y la miró a los ojos. La atravesó.

Diez años más tarde, él mira televisión mientras ella escribe. Trata de narrar la historia de aquella tarde, en el bar. Cuando se besaron por primera vez. No puede recordar lo que se dijeron. Olvidó las palabras y los gestos. Sólo logra pensar en su cuerpo temblando y su corazón que se volvía cada vez más grande, que se agitaba. Después se levantó e hizo el desayuno. Llevó a sus hijos a la escuela y se fue a trabajar. Volvió a su casa caminando; a pesar de la distancia. Se sintió ridícula al maldecir al tiempo, pero fue la única excusa que se le ocurrió.


Versión N°2
Casi imperceptible, minucioso, abrió la puerta y se acercó en silencio. Ella sabía que era él quien había entrado, no se dio vuelta para cerciorarse, podía oler sus pasos. También sentía a sus propios latidos retumbar. Sonaban tan fuertes que era capaz de escucharlos. Intentó anestesiarlos, pero fue imposible. Cuanto más cerca lo adivinaba, más se intensificaban. Estaba tan ansiosa. Había imaginado esa escena, pero desconocía que sus piernas no dejarían de moverse por debajo de la mesa.
Abrió la puerta y sus pies se dirigieron directamente a su mesa. Aún estando de espaldas, podría reconocerla en medio de una multitud. Corrió la silla y se sentó frente a ella. Acercó su cara y la miró a los ojos. La atravesó. La desnudó. Los dos temblaban. Se olvidaron de sus nombres y de sus insomnios. Las palabras quedaron vacías. Sus bocas se animaron.
A pesar de las arrugas y de los vientos, ninguno de ellos olvidó su primer beso.

8 comentarios:

Ine K dijo...

Me gusta este texto, tiene belleza en la descripción.
De los dos finales me quedo con el segundo,me conmovió...
Ine K

Nuria K. dijo...

Ine: lo que pasa es que vos sos una romántica. No hubiese tenido dudas de tu predilección por el segundo. Besos.

Ana dijo...

Yo me quedo con el primero. soy siempre muy trajica. me gustó mucho tu blog. es difernte.

Nuria K. dijo...

Gracias Ana, siempre vienen bien los comentarios lindos.

Raymi Sal dijo...

el segundo final me saco una sonrisa.
besitos

Nuria K. dijo...

Ray: me parece que vos también sos una romántica...
Besos.

Raymi Sal dijo...

releo esta entrada cada vez que vuelvo a tu blog
me encanta la segunda versión
me encanta..

Nuria K. dijo...

Qué bueno Ray, me alegro mucho que te guste. Besos